NIRMALA, INDISPENSABLE PARA QUE LOS NIÑOS DE LA CASA DE ACOGIDA TENGAN LAS MISMAS OPORTUNIDADES

12/5/20
Hablamos con Nirmala, quien se encarga de dar clases de refuerzo y organizar actividades con los diez niños de la Casa de Acogida de Udaipur



Nirmala, de 23 años, forma parte de la familia Kolam como trabajadora en uno de nuestro principales proyectos, la Casa de Acogida en Udaipur, donde viven 10 niños y niñas que se encontraban en situación de extrema pobreza en los Slums y necesitaban salir de su entorno para recibir una atención integral.

Cada tarde, esta joven se traslada a las afueras de la ciudad para ir a la Casa donde, estos niños intentan adaptarse a una nueva vida gracias también a los cuidados de una mujer que se encuentra con ellos permanentemente y la compañía de voluntarios y hasta mascotas, aunque también mantienen el contacto y visitan a sus familias.

Nirmala acude a su trabajo con mucha ilusión para ayudar a los pequeños a reforzar su educación y también, para organizar actividades lúdicas y excursiones que les permitan conocer su entorno y su historia.

Una amiga llevó a Nirmala hasta Kolam y al conocer las necesidades que tenían los niños y lo que ella podía aportar, no dudó en unirse al proyecto como trabajadora. “Los niños acababan de empezar la escuela hacía escasos días y no habían ido nunca antes. No sabían leer ni escribir. Me pareció un gran reto y un buen lugar donde desarrollar mi profesión. ¿Qué mejor reto para una profesora que enseñar a estos niños desde un principio?”, recuerda sobre cómo conoció la iniciativa.

“No sabían leer ni escribir. Me pareció un gran reto y un buen lugar donde desarrollar mi profesión”

Como en todo, los inicios no fueron fáciles y el primer día fue muy nerviosa por causar una buena impresión, pero puso todo de su parte y empezó a averiguar qué nivel tenían cada uno de los niños, pues tenía claro su objetivo: “Tenían mucho que aprender, así que me esforcé al máximo para que consiguieran seguir el ritmo del colegio lo antes posible”.

Por las condiciones en las que vivían antes de llegar a la Casa, los niños no estaban en el mismo nivel que el resto de sus compañeros del colegio al que acuden por las mañanas. Y es que, por ejemplo, a los 12 años, el mayor de los niños no había ido nunca a la escuela antes de llegar a Kolam, por lo que el trabajo de Nirmala es indispensable para garantizar que se equiparen a los conocimientos de sus aulas y tengan las mismas oportunidades.

“Lo que más me motiva es verlos aprender y crecer. En poco tiempo han alcanzado el nivel de sus compañeros de clase que llevan años escolarizados y eso me produce gran satisfacción”, nos cuenta sobre las motivaciones de su día a día en su trabajo.



“En poco tiempo han alcanzado el nivel de sus compañeros de clase que llevan años escolarizados y eso me produce gran satisfacción”

Asimismo, asegura que se siente “muy orgullosa” de poder decir que trabaja en Kolam, ya que se trata de una labor que le ha “aportado mucho” de forma personal y profesional. “Además, sé que puedo contar con Kolam para lo que necesite y que harán todo lo posible por ayudarme”, añade.

Aunque la mayoría son momentos alegres por ver a los niños evolucionar y ser felices, Nirmala también confiesa que en muchas ocasiones piensa en la vida “tan dura” que los pequeños tenían antes de llegar, a la Casa de Acogida y en todos los que están aún viviendo en condiciones de pobreza o maltrato.

La labor que se realiza en la Casa de Acogida es fundamental para ayudar a todos estos niños que se encuentran desamparados, por lo que es un proyecto necesario y que requiere una ampliación para poder acoger a más. “Lo más duro es ver que muchas familias que no pueden hacerse cargo de sus hijos vienen a pedir una plaza en la casa de acogida y no podemos acogerlos”, relata sobre ello Nirmala.

Mientras todo el equipo de Kolam trabaja para que este proyecto se mantenga e, incluso, pueda crecer, nos quedamos con los buenos momentos que nos cuenta Nirmala: “Hay muchos buenos momentos, nos divertimos mucho en los juegos y tengo recuerdos como el de un día que unos monos estuvieron saltando y merodeando por la Casa de Acogida. Los niños les gritaban y se reían hasta que uno de los monos bajó del tejado y corrimos todos asustamos a encerrarnos en la habitación. En el momento nos dio mucho miedo, pero ahora lo recordamos y nos reímos”.


Anécdotas como esta, las excursiones por la ciudad o ver crecer y mejorar a los pequeños, son las grandes motivaciones de Nirmala, que, a parte de formarse como profesora, apuesta por intentar mejorar la vida de más niños y nos manda un mensaje: “Me gustaría dar las gracias a todas las personas que hacen que esta Casa de Acogida sea posible y también me gustaría animar a todas las personas a colaborar para que se mantenga y amplíe el proyecto, y así acoger a más niños y niñas que tanto lo necesitan”.

Kolam está formado por un gran equipo con gente como Nirmala que necesita de tu apoyo para continuar y ampliar los proyectos en Udaipur, de manera que podamos llegar a más zonas y familia que lo necesitan. ¿Quieres participar? ¡No lo dudes!

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