Jigyasu Bhatt, profesor de informática y artes plásticas, colabora con Kolam en la casa de acogida, proyecto de integración creado por Kolam.
Docente de vocación, decide colaborar con Kolam en este proyecto, también impulsado por su hermana, para ayudar a niños y niñas en riesgo de vulnerabilidad, los cuales no tienen acceso a necesidades básicas como educación o un hogar digno.
En la actualidad, trabaja en Kolam, dando clases de apoyo a los niños y niñas que habitan en la casa de acogida.
Ha tenido la amabilidad de concedernos una entrevista para averiguar un poco más sobre este proyecto y sobre todo, para compartir su experiencia en esta labor.
1. ¿Qué te inspiró a trabajar en Kolam? ¿Cómo llegó Kolam a ti?
Supe de la existencia de Kolam por mi hermana, ella lleva ya años trabajando con ellos. Raquel y Víctor me inspiraron mucho, pertenecen a otro país y están ayudando a los niños y niñas de mi país. Cuando tuve la oportunidad de trabajar con ellos y ayudar a los demás dije que sí enseguida. Ayudar a los niños y niñas nos hace muy felices.
2. ¿Cuáles son las dificultades que enfrenta en este desafío?
Como pertenecen a un barrio marginal y no han ido a la escuela antes, necesitan más tiempo para comprender los conceptos. Les cuesta más mantener la atención y concentrarse. Debido al ambiente familiar en el que han crecido, no ven la importancia de estudiar y no tienen mucho interés. Necesitan más tiempo, más atención y más dedicación.
3. ¿Cómo afrontas las carencias educativas que experimentan estos niños en su entorno?
Les enseño jugando con ellos, es una buena forma de mantener su atención y que tengan interés. A veces, me planteo como reto aprender alguna cosa y si lo consiguen jugamos. Les gusta mucho dibujar en el ordenador y lo aprovecho para que se esfuercen en temas importantes que son menos divertidos.
4. ¿Se ha encontrado con un niño con un potencial extraordinario? Si es así, ¿con qué herramientas has trabajado?
Sí, le doy clase a Arjun. Tiene un gran talento para hacer esculturas en piedra y trabajos manuales. En la escuela no se trabaja el arte, la creatividad o la música. Para compensar esta carencia, en la casa de acogida trabajamos esta parte para que trabajen su potencial.
5. ¿Cuáles son las carencias que encuentras en primera instancia en los niños y niñas que acuden al hogar de acogida?
Los niños y niñas provienen de zonas muy pobres. Hasta llegar a la casa de acogida habían trabajado y no habían ido nunca a la escuela. Hay niños mayores que tienen que empezar desde cero. Tienen que aprender a coger bien un lápiz, aprender el abecedario, a hablar correctamente, etc. Es difícil para ellos. Los niños y niñas suelen llegar con lo puesto y con ropa muy deteriorada.
6. ¿Cómo lidiaste con las diferencias culturales cuando decidiste participar en este proyecto?
Cuando participé en este proyecto sabía una cosa, tengo que conseguir que aprendan e intentar que estén cómodos conmigo. Existen muchas diferencias en su estilo de vida y cómo interactúan entre ellos. Poco a poco aprenden a hablar correctamente, a pedir las cosas, a no pelearse, a compartir. A veces es complicado porque en sus casas, las familias no se han preocupado de su educación.
7. Los niños y niñas tienen una rutina basada en un sistema educativo justo y necesario, pero durante el período de vacaciones regresan a casa. ¿Cómo afrontas este cambio entre el espacio que has creado y el entorno familiar?
Muchas veces cuando regresan tenemos que empezar de cero. Olvidan lo aprendido con facilidad, incluso a veces no recuerdan la clase anterior. Para intentar que aprendan y mantengan los conocimientos les doy deberes y algún trabajo. Para las vacaciones les preparo ejercicios y materiales para que sigan aprendiendo. Creo que es una buena idea que en periodos de vacaciones largos, como las vacaciones de verano, los niños y niñas que viven cerca vengan a la casa de acogida a estudiar, hacer deberes y jugar si las familias están de acuerdo.
8. Como profesional de la educación, ¿Qué materiales y herramientas crees que son necesarios, pero no tienes o escasean?
Necesitamos más material para manualidades. También sería bueno contar con algunos juegos relacionados con la artesanía y trabajos manuales. Por el momento los alumnos aprenden informática por turnos ya que sólo disponemos de 4 ordenadores para 15 niños y niñas, dividimos al grupo y la mitad hacen informática mientras la otra mitad hace plástica, después cambian y así todos pueden trabajar más cómodamente.